Campo semántico y familia léxica

Definición y diferencias

En verano, con el calor, apetece pasar más tiempo al aire libre, tenemos ganas de ir a la playa o al campo. Por eso en esta entrada os invito a venir conmigo de excursión a un campo especial, ¡al campo semántico!

Familia en el campo

Campo semántico es un conjunto organizado de palabras que se relacionan por su significado, es decir, que tienen algunos rasgos de significado, (o semas), en común, y otros diferentes. Por ejemplo:

Calzado: chancla, bota, zapatilla, zapato, katiuska…

Vehículos: coche, moto, bicicleta, patinete…

Si os fijáis, las palabras de un campo semántico deben tener la misma categoría gramatical, así que son intercambiables en un mismo contexto. Por ejemplo, puedo decir ayer alquilé una bicicleta, o ayer alquilé un coche.

A veces se confunde el campo semántico con la familia léxica, aunque son totalmente diferentes. Además, el primero es un concepto semántico, y el segundo morfológico. Sigo con otra definición.

Familia léxica es un conjunto de palabras que tienen el mismo lexema. Puede incluir sustantivos, adjetivos, verbos… Por ejemplo:

Libro, librería, librero, libreta, librillo.

Amor, amar, amorío, desamar, amante, amado.

Así, si a un lexema le añadimos prefijos y sufijos, formaremos su familia léxica.

En resumen, el campo semántico agrupa palabras de la misma categoría gramatical relacionadas por su significado. Y la familia léxica agrupa palabras que tienen el mismo lexema, es decir, que derivan de la misma palabra primitiva.

Préstamo, extranjerismo y calco

¿Y qué hacemos cuando necesitamos una palabra nueva? Como no existen los supermercados de palabras, (aunque estaría genial, me encantaría tener uno), podemos  pedirla prestada o crearla, como ya hemos visto.

Supermercado de palabras

Así, los préstamos son palabras que una lengua toma de otra. Algunos son muy antiguos, los encontramos a partir del siglo V, son los préstamos históricos como aceite, que se toma del árabe, o guerra, que es de origen germano.

Y desde entonces no hemos parado de pedir palabras.

Los préstamos suelen adaptarse a la lengua que los recibe para que resulten más fáciles de pronunciar y escribir. Por ejemplo, mitin, que procede del inglés meeting, o fútbol, de football.

Pero otras veces los prestamos no se adaptan, y se mantienen igual o casi igual que en la lengua original, en este caso los llamamos extranjerismos, por ejemplo, gourmet o boutique. Y deben escribirse en cursiva o entre comillas.

En otras ocasiones, solo tomamos el significado, y no el significante, es decir, traducimos la palabra, son los calcos. Por ejemplo, ciencia ficción es el calco de science fiction.

Y me dejo para el final una opinión y una pregunta al hilo de este tema.

En mi opinión, los préstamos enriquecen el idioma, pero no tiene sentido adoptar a lo loco palabras de otras lenguas solo porque nos suenen más modernas o o más elegantes.

Y ¿os habéis dado cuenta de que se llaman préstamos, pero deberían llamarse donaciones?, porque nunca devolvemos estas palabras a su idioma original, ¡nos las quedamos!

Cambio semántico

O cómo evolucionan los significados

Siempre me ha gustado imaginar los idiomas como seres vivos que crecen y cambian.

Quizá sea porque tiendo a personificar todo lo que me rodea, y como profesora de lengua estoy siempre dándole vueltas a las palabras, que son mis compañeras de trabajo, mi herramienta y mi pasión.

En fin, aquí quiero explicaros que los significados cambian con el paso del tiempo, lentamente.

Así, la relación entre significante y significado es fija y estable si la observamos en un determinado momento, (sería un caos que una palabra hoy significase una cosa y mañana otra). Pero, si analizamos estos significados a lo largo del tiempo, vemos que evolucionan. Este es el cambio semántico.

Hay muchos ejemplos, y suelen ser muy curiosos:

Azafata, en su origen, era una sirvienta de la reina que se ocupaba de su ropa y sus joyas.  Actualmente, en cambio, todos sabemos que los azafatos y las azafatas son las personas encargadas de atender a los pasajeros en un transporte y de ayudar a los asistentes a eventos o espectáculos.

Otro caso divertido es el significado de discoteca, que ha evolucionado desde colección de discos o mueble donde guardarlos, a lugar público donde se sirven bebidas y se baila al ritmo de la música.

Estos cambios semánticos pueden ser de muchos tipos y por muchas causas. Por ejemplo, en el ojo de la aguja, ojo ha adquirido un significado metafórico, y en ratón, esta palabra ha ampliado su significación para emplearse en el campo de la informática.

En resumen, el significado de las palabras cambia lentamente y se adapta a las transformaciones del mundo y sus hablantes. Es todo un universo por descubrir.

Significado denotativo y connotativo

Cuando escuchamos una palabra, aparece en nuestra mente un concepto, es decir, la asociamos rápidamente a una idea, ese es su significado.

Pero esto no podría ser tan sencillo, así que vamos a ver que hay dos tipos de significado: el denotativo y el connotativo.

Chico pensando que hay dos tipos de significado.

Significado denotativo: es el significado objetivo, común para todos los hablantes. En este significado no se aporta ninguna valoración personal. También podemos llamarlo significado propio, y es el que encontramos en el diccionario.

Significado connotativo: es el significado subjetivo y personal que se añade a una palabra. Es expresivo y depende del contexto.

En un primer momento, puede parecer raro, pero el significado connotativo se usa muchísimo en la vida diaria, en la publicidad y, por supuesto, también en la literatura. Os pondré un par de ejemplos.

Así, para un marinero el mar significa trabajo y esfuerzo, puesto que es donde pasa su jornada laboral. En cambio, para un amante del surf el mar implica diversión, pasión y disfrutar sobre las olas. El significado connotativo de mar, por lo tanto, es diferente para cada uno de ellos.

Y otro ejemplo más, ahora del habla coloquial, el significado denotativo de cabra que aparece en el diccionario de la RAE es: «Mamífero rumiante doméstico, como de un metro de altura, muy ágil para saltar y subir por lugares escarpados, con pelo corto, áspero y a menudo rojizo, cuernos vueltos hacia atrás, un mechón de pelos largos colgante de la mandíbula inferior y cola muy corta».

Y habitualmente imaginamos las cabras saltando por ahí, así que las asociamos a la locura, a las travesuras y a las acciones inesperadas. Este es su significado connotativo.

Cabra saltando

Así que si alguien me dice que estoy como una cabra, tengo claro que me está llamando loca, ¿verdad?, y no mamífero rumiante doméstico.  

Usos trasladados de los verbos

También llamados usos desplazados o estilísticos.

Primero, imaginad un coche y pensad para qué sirve, para qué se usa. Ahora mirad la imagen.

Coche adorno de jardín

Estamos viendo un uso trasladado de un coche, es decir, lo utilizamos para algo raro, que no es su utilidad principal.

Con los verbos ocurre lo mismo, tienen un uso recto o propio, pero también pueden emplearse para otras cosas, (como el coche de la foto).

Por ejemplo, el presente de indicativo indica una acción que se desarrolla en el momento en que se habla, ese es su uso recto. Pero también puede indicar tiempo pasado o futuro, esos serían sus usos trasladados. 

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Otro uso trasladado muy habitual está relacionado con la cortesía. Así, para resultar más educados al pedir algo o dar una orden, sustituimos el presente o el imperativo por otros tiempos, por ejemplo:

Quería probarme esta camiseta.
¿Os sentáis, por favor?
¿Me traerás mañana el libro?

En resumen, un coche es un medio de transporte, uso recto, pero lo podemos transformar en un adorno del jardín, uso trasladado. Ocurre lo mismo con los tiempos verbales, podemos emplearlos para expresar otros valores, otras ideas, sería una forma de reciclarlos, ¿verdad que es precioso?

Parónimos

Los parónimos son palabras parecidas, ni más ni menos.

Así que, como se parecen en su pronunciación y en su escritura, se confunden con frecuencia. Y ese es el lío, porque son palabras diferentes con  significados también diferentes.

Por ejemplo, son parónimos, (y complicadillos), actitud y aptitud, prejuicio y perjuicio, casa y caza, peso y beso.

Es evidente que en la lengua oral muchos sonidos resultan parecidos, y ahora que llevamos la mascarilla todavía más, así que la confusión es muy frecuente.

Foca gorda o sorda

Además, como el seseo es habitual en muchos territorios, la lista de parónimos para los hispanohablantes de estas zonas, (que son la mayoría), es muy larga.  

Y aprovecho para definir seseo, que consiste en pronunciar con el fonema /s/ las consonantes s y z cuando van antes de las vocales e o i. También quiero recordaros que el seseo se considera totalmente correcto en la lengua oral, aunque sí se deba hacer la diferencia entre s y z en la lengua escrita. Por cierto, yo no vivo en zona de seseo, pero su sonoridad me parece preciosa.

Solo me queda daros un truco, mis aprendices, para no confundirse con los parónimos: buscar, buscar y buscar en el diccionario, que es un verdadero universo por explorar, pero solo para aquellos que tienen la humildad y la valentía para hacerlo.

Polisemia Vs. Homonimia

Ya sabemos lo que es la polisemia y la homonimia. Lo que podría ser un poco más complicado es distinguir ambos fenómenos, si no tenemos un diccionario a mano. Así que voy a daros un truco para diferenciarlos, mis aprendices, porque este es un ejercicio frecuente en los exámenes.  

La clave está en que hay un parecido entre  los significados de una palabra polisémica. Así, este parecido puede ser un poco simbólico, o deberse a la evolución de la palabra con el paso del tiempo. Os daré dos ejemplos de polisemia:

Una sierra es una herramienta para cortar, y también parte de una cordillera. Hay que echarle un poquito de imaginación, pero veis el  parecido entre las dos sierras, ¿verdad?

O el ratón, que es el animalito, un mamífero roedor, y también el aparato que se conecta al ordenador, (este ejemplo de polisemia siempre me resulta gracioso, porque me imagino haciendo doble clic en un ratoncito peludo).

ejemplo polisemia

En cambio, no hay ninguna relación, ningún parecido entre los significados de las palabras homónimas. Por ejemplo:

Haya es un árbol, y el presente de subjuntivo del verbo haber.

La llama es un mamífero, y también es la masa gaseosa que desprende el fuego.

 

Ejemplo homonimia

Ya veis que los significados de estos homónimos no tienen nada que ver.

En resumen, si hay parecido entre los significados, aunque sea un poco abstracto, es polisemia. Si no hay ningún parecido es homonimia.

Tipos de homónimos

Seguro que ya sabéis lo que son los homónimos, así que ahora veremos sus clases: homófonos y homógrafos

Los homónimos homógrafos son aquellos que se escriben igual, ya lo indica el sufijo –grafos, (que significa escritura).

Por ejemplo, banda, que puede ser una cinta, como la que lleva siempre el alcalde de los Simpson sobre el pecho. O puede ser un conjunto de personas que se agrupan con un fin, como una banda de música o una banda armada.

Ejemplo homónimos homógrafos

Si os fijáis estos homógrafos también se pronuncian igual. Esto nos lleva al segundo tipo de homónimos.

Los homónimos homófonos son aquellos que tienen la misma pronunciación. Ya nos da una pista el sufijo –fonos, (que significa sonido).

Por ejemplo, la vaca, es un mamífero rumiante, mientras que la baca es un soporte que se pone al coche para transportar algo.  

Y voy a acabar con un trabalenguas para dejaros pensando: en español los homónimos homógrafos son también homófonos, mientras que los homónimos homófonos pueden ser homógrafos o no.  

Homonimia

Las relaciones entre humanos son complicadas, ya lo sabéis: a veces discutimos, no nos entendemos… Pues las relaciones entre los significados de las palabras tampoco son fáciles, y debemos tener las ideas claras para evitar los malentendidos y los disgustos.

Ya hemos visto la polisemia, la sinonimia y la antonimia. Hoy veremos la homonimia, que es un poco liosa.

Son homónimas dos palabras diferentes, con distinto significado y  origen, pero que se pronuncian o se escriben igual. Por ejemplo, monitor.

Ejemplo monitor

Podemos tener un monitor en el gimnasio, (que nos hace sudar y nos manda cientos de sentadillas). Esta palabra viene del latín “monitor-oris”.

Podemos tener un monitor en casa, que forma parte de nuestro equipo informático, y esta palabra viene del inglés “monitor”.

Ya lo veis, en realidad son dos palabras distintas, con significados y origen diferentes, por eso en el diccionario aparecen en dos entradas.

Y tengo que deciros algo más, hay dos tipos de homónimos, pero eso os lo explicaré otro día.

Antonimia

Todos sabéis que los ántonimos son contrarios: frío-caliente, amor-odio… Pero lo que tal vez no tengáis tan claro es que hay tres tipos.

Antónimos graduales: como su nombre indica, admiten puntos intermedios. Por ejemplo, frío y calientes, porque existe el grado templado.

Antónimos complementarios: la existencia de uno, implica que el contrario no puede existir. Por ejemplo, vivo y muerto.

cottonbro at Pexels

Porque los no muertos, como los vampiros o los zombies, sólo existen en la literatura y en la pantalla, así que no los tendremos en cuenta.

Antónimos recíprocos: la existencia de uno, implica la existencia del otro. Por ejemplo, para que alguien sea padre, debe tener un hijo. Comprar y vender también son antónimos recíprocos.

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