Soy Loli Pernas y podría ser maga como Hermione, pero soy filóloga.
Podría contaros que me licencié en Filología Hispánica en la Universidad de A Coruña, o que tengo el Certificado de Aptitud Pedagógica, pero no seguiré con mi currículum porque sería un poco aburrido. También podría contaros que vivo en Lugo, pero tampoco seguiré con mi vida, que esto es un blog, no mi autobiografía.
Así que solo os diré que llevo muchos años dando clase. Cuando «María» de Ricky Martin fue número 1, yo ya estaba ayudando a mis alumnos con la asignatura de Lengua Española, especialmente con la parte de gramática.
De esta experiencia han surgido dos ideas que inspiran mis clases y, ahora, este blog: para hacer bien los ejercicios de gramática es imprescindible entender qué se está haciendo y lo que resulta entretenido o gracioso se estudia mejor.
Ahora me diréis con una sonrisa irónica que menudas obviedades, que aún me creeré original. Efectivamente, mis lectores, ya sé que no son ideas revolucionarias ni nuevas, pero siguen siendo muy necesarias en educación.
Por otro lado, tanto dar clases particulares como trabajar en distintos centros me ha servido para ver cómo otros profesores explican la gramática. Así que he ido haciendo mis propias fórmulas mágicas de enseñanza, combinando mis ideas con las de otros docentes, cogiendo un poco de aquí y un poco de allá.
Además, en las clases individuales el trato con el estudiante es muy cercano y esta interacción entre el profesor y el alumno es muy enriquecedora. Así, como maga dotada de telepatía, he podido ver qué les resulta más complicado a mis aprendices y por qué, para luego plasmarlo en este blog.
Y llegados a este punto, debo confesaros que soy un poco friki, que mi mago favorito es Gandalf, y que como profesora siempre me he identificado con el maestro Yoda, y ¿qué es un jedi sino una especie de mago?
Por último, quiero hacer una declaración de principios: este blog, igual que mis clases, está hecho con toda la seriedad y el rigor de los que soy capaz, (consulta aquí la bibliografía), aunque mezcle bromas para que resulte más agradable y, por tanto, pedagógico. También es fruto de la vocación por enseñar y, aunque os suene raro, del deseo de comunicaros mi pasión por la gramática. Ya os había avisado, ¡soy una friki!