El verbo (2ª parte)

Los cuatro pasados más utilizados

¿Os acordáis de los cuatro fantásticos, verdad?

Pues aquí vamos a ver los cuatro pasados más utilizados, es decir, los cuatro pretéritos fantásticos del indicativo.

Los cuatro pretéritos fantásticos del indicativo

Acordaos de que siempre debemos ver los verbos en orden y por parejas, recordad la tabla, los simples en la columna de la izquierda y los compuestos en la columna de la derecha.

1.Así, el primero sería el pretérito imperfecto, (o copretérito). Lo utilizamos para acciones que se desarrollaron durante un tiempo en el pasado, y no marcamos su final.

Antes comía mucha carne, aunque ahora como más verdura.

Hace años jugaba al tenis, pero últimamente voy más a la piscina.

Ya veis que el pretérito imperfecto queda bien con expresiones como antes o hace años.

2. El siguiente pasado es el pretérito perfecto simple, (o pretérito). Se emplea para una acción acabada, y situada en un momento concreto, exacto. Por ejemplo:

El autobús llegó ayer a las 7.30.

La película empezó con retraso, a las 20.15.

Este pretérito suele utilizarse con expresiones que indican un tiempo exacto, muy concreto.

Ahora damos el salto a la columna de la derecha, a los tiempos compuestos.

3. El primero es el pretérito perfecto compuesto, (o antepresente). Si os fijáis, es la pareja del presente, y se relaciona con este. Así, lo empleamos para acciones situadas en un pasado reciente, es decir, en un tiempo pasado pero que guarda relación con la actualidad.

Esta mañana te he llamado, pero tenías el teléfono apagado.

He acabado el examen hace un rato.

4. Y el último de los cuatro pretéritos fantásticos es el pretérito pluscuamperfecto, (también llamado antecopretérito), que es la pareja del pretérito imperfecto. Este indica un pasado, anterior a otro pasado.

Cuando llegué a la estación, el autobús ya había salido.

Es decir, las dos acciones, (llegar y salir), se sitúan en el pasado, pero una es anterior a la otra, y por eso perdí el autobús, claro.

Resumiendo, no todos los pasados son iguales, y podemos utilizar esas pequeñas diferencias como trucos para estudiarlos. Lo veis en el siguiente esquema.

Pretérito imperfecto, pretérito perfecto simple, pretérito perfecto compuesto y pretérito pluscuamperfecto

En conclusión, para controlar los verbos hay que memorizar, pero también razonar. Y seguro que ya no creéis aquello de que cualquier tiempo pasado fue mejor, ¿verdad?

El verbo

¿Cómo empiezo a estudiarlo?

Podemos definir el verbo como una palabra que expresa acciones, procesos o estados que se desarrollan en un tiempo, (presente, pasado o futuro). También podemos afirmar que estudiar los verbos es una pesadilla para todos los estudiantes de español, sean nativos, o sean hablantes de otras lenguas.

Futurama

Es evidente que controlar todas las personas y tiempos del castellano es complicado, y que su aprendizaje requiere tiempo y esfuerzo. Pero también está claro que los hablantes nativos de español utilizan los verbos a diario, así que, en realidad, los saben. Entonces, ¿por qué les resultan tan difíciles?

En mi opinión, la dificultad radica en los nombres de los verbos, ni más ni menos. Así, los estudiantes se marean ya al escuchar pretérito pluscuamperfecto, o pretérito perfecto simple, (y no me extraña). Además, conviven varias terminologías, porque unos hablan de pretérito imperfecto y otros de copretérito.  ¿Es de locos, verdad?

Aquí intentaré daros unos sencillos pasos, un método, para aprender los verbos de una vez por todas.

Primer paso: hay tiempos simples y tiempos compuestos. Los simples están formados por un único verbo, (bailaba, comeré, vivo) y los compuestos por dos verbos, el auxiliar, que siempre es el verbo haber, más el participio del verbo, (había bailado, habré comido, he vivido).

Segundo paso: debemos ver los verbos en parejas, es decir, el  simple al lado de su compuesto. De este modo, la pareja del presente es el pretérito perfecto compuesto, (porque este último se forma con el presente del verbo haber). La pareja del pretérito imperfecto es el pretérito pluscuamperfecto, (porque este se forma con el pretérito imperfecto del verbo haber…), y así, sucesivamente.

Tiempo simple y tiempo compuesto

¿Ya os estáis tirando de los pelos, mis aprendices? Espero que no. Os pongo una tabla, a ver si resulta más fácil. Eso sí, ignorad la terminología que no uséis.

Tabla con todos los tiempos simples y compuestos.

Así que la primera tarea, mis aprendices, es memorizar los nombres de los verbos. Os recomiendo que lo hagáis en orden y por parejas, como en la tabla, porque os va a resultar más fácil.

Usad la memoria visual. Y fijaos que va primero el presente, luego los pasados, (porque pretérito es lo mismo que pasado), después el futuro y finalmente el condicional.

En fin, que la fuerza os acompañe, jedis de la gramática, os hará falta.

Usos trasladados de los verbos

También llamados usos desplazados o estilísticos.

Primero, imaginad un coche y pensad para qué sirve, para qué se usa. Ahora mirad la imagen.

Coche adorno de jardín

Estamos viendo un uso trasladado de un coche, es decir, lo utilizamos para algo raro, que no es su utilidad principal.

Con los verbos ocurre lo mismo, tienen un uso recto o propio, pero también pueden emplearse para otras cosas, (como el coche de la foto).

Por ejemplo, el presente de indicativo indica una acción que se desarrolla en el momento en que se habla, ese es su uso recto. Pero también puede indicar tiempo pasado o futuro, esos serían sus usos trasladados. 

Leo el blog de Loli ahora.
¿Sabes que el próximo año hago un máster?
Joan Margarit gana el Premio Cervantes en 2019.

Otro uso trasladado muy habitual está relacionado con la cortesía. Así, para resultar más educados al pedir algo o dar una orden, sustituimos el presente o el imperativo por otros tiempos, por ejemplo:

Quería probarme esta camiseta.
¿Os sentáis, por favor?
¿Me traerás mañana el libro?

En resumen, un coche es un medio de transporte, uso recto, pero lo podemos transformar en un adorno del jardín, uso trasladado. Ocurre lo mismo con los tiempos verbales, podemos emplearlos para expresar otros valores, otras ideas, sería una forma de reciclarlos, ¿verdad que es precioso?

Segmentar o despedazar un verbo

Ya sabéis que en este blog, de vez en cuando, nos pasamos al lado oscuro, nos ponemos sanguinarios y despedazamos a alguien. En otra entrada, nuestra víctima fue el sustantivo, y aquí le toca «sufrir» al verbo.

Darth Vader listo para despedazar un verbo.

Empezaremos viendo qué partes tiene:

Partes del verbo.

Lexema o raíz: aporta el significado léxico, se repite en todos todas las formas del mismo verbo. Por ejemplo, cant-ábamos, cant-aron, cant-asen…

Vocal temática: es una vocal pegada al lexema, indica la conjugación del verbo. Por ejemplo, cant-a-bamos,  com-e-rían, escrib-i-rás.

Morfema flexivo de modo, tiempo y aspecto. Como su nombre indica, expresa el modo, tiempo y aspecto del verbo. Por ejemplo, en salta-ba-n, gracias a «-ba-» vemos que es un pretérito imperfecto de indicativo.

Morfema flexivo de número y persona. Su presencia o su ausencia nos indica si está en 1ª, 2ª o 3ª persona del singular o plural. Por ejemplo, bebería-mos.

Ahora veremos cómo encontrar estas partes.

El infinitivo os ayuda a encontrar el lexema y la vocal temática.   Así, si suprimís -ar, -er  o –ir, ya sabéis el lexema, y la vocal que queda ahí pegadita es la vocal temática.

Lexema y vocal temática en verbo

La vocal temática puede ser –a-, –e– o –i-, (y en algunos tiempos es –ie-, por ejemplo, com--semos).

¿Y los trocitos que nos quedan? Lo veis en un ejemplo, marco en azul el morfema flexivo de modo, tiempo y aspecto, marco en rojo el morfema flexivo de número y persona.

Ejemplo verbo saltaba.

El morfema modo, tiempo, aspecto se mantiene en todo el tiempo, y el morfema número persona en todas las personas. Hay alguna variante, pero no quiero complicar más el asunto, mis aprendices. Aunque sí quiero deciros una cosa más, los verbos también pueden ser palabras derivadas, así que pueden tener prefijos y sufijos, (reordenar, sobrevivir…),no lo olvidéis.

Verbo en voz pasiva

Podemos decir muchísimas cosas del verbo. Diremos que tiene número, y persona, por supuesto. Y también diremos que tiene tiempo, modo, aspecto y voz. Efectivamente, el verbo tiene voz, aunque no cante ni se presente a Operación Triunfo.

Voz del verbo
Andrea Piacquadio at Pexels

¿Y cuáles son las voces del verbo?, la activa y la pasiva. En esta entrada veremos la voz pasiva.

Empezaremos con su significado, la voz pasiva indica que el sujeto no realiza la acción, no hace nada.

Seguiremos viendo que la voz pasiva se forma con el verbo ser, (en cualquier tiempo y persona), y con el participio del verbo que queramos poner en pasiva.

Por ejemplo, el presente de indicativo pasivo del verbo examinar se forma con el presente del verbo ser y el participio del verbo examinar:

Yo soy examinado

Tú eres examinado

Él es examinado

Nosotros somos examinados

Vosotros sois examinados

Ellos son examinados

Cuidado, no os liéis, este es el presente de indicativo pasivo del verbo EXAMINAR, y el verbo SER está funcionando como auxiliar.

Como truco final, voy a poneros un reto, y complicaros un poco el asunto. Vamos a pasar un verbo de la voz activa a la voz pasiva.

¿Cómo es el futuro simple de indicativo en voz activa del verbo examinar? ¿En 2ª persona de singular, por ejemplo?

Tú examinarás.

¿Y en voz pasiva?

Tú serás examinado.

En resumen, la voz pasiva se forma con el verbo SER y con el PARTICIPIO, e implica que el sujeto no realiza la acción.

Si continúas usando este sitio, aceptas el uso de cookies. Más información

Los ajustes de cookies en esta web están configurados para «permitir las cookies» y ofrecerte la mejor experiencia de navegación posible. Si sigues usando esta web sin cambiar tus ajustes de cookies o haces clic en «Aceptar», estarás dando tu consentimiento a esto.

Cerrar