Segmentar o despedazar un verbo

Ya sabéis que en este blog, de vez en cuando, nos pasamos al lado oscuro, nos ponemos sanguinarios y despedazamos a alguien. En otra entrada, nuestra víctima fue el sustantivo, y aquí le toca «sufrir» al verbo.

Darth Vader listo para despedazar un verbo.

Empezaremos viendo qué partes tiene:

Partes del verbo.

Lexema o raíz: aporta el significado léxico, se repite en todos todas las formas del mismo verbo. Por ejemplo, cant-ábamos, cant-aron, cant-asen…

Vocal temática: es una vocal pegada al lexema, indica la conjugación del verbo. Por ejemplo, cant-a-bamos,  com-e-rían, escrib-i-rás.

Morfema flexivo de modo, tiempo y aspecto. Como su nombre indica, expresa el modo, tiempo y aspecto del verbo. Por ejemplo, en salta-ba-n, gracias a «-ba-» vemos que es un pretérito imperfecto de indicativo.

Morfema flexivo de número y persona. Su presencia o su ausencia nos indica si está en 1ª, 2ª o 3ª persona del singular o plural. Por ejemplo, bebería-mos.

Ahora veremos cómo encontrar estas partes.

El infinitivo os ayuda a encontrar el lexema y la vocal temática.   Así, si suprimís -ar, -er  o –ir, ya sabéis el lexema, y la vocal que queda ahí pegadita es la vocal temática.

Lexema y vocal temática en verbo

La vocal temática puede ser –a-, –e– o –i-, (y en algunos tiempos es –ie-, por ejemplo, com--semos).

¿Y los trocitos que nos quedan? Lo veis en un ejemplo, marco en azul el morfema flexivo de modo, tiempo y aspecto, marco en rojo el morfema flexivo de número y persona.

Ejemplo verbo saltaba.

El morfema modo, tiempo, aspecto se mantiene en todo el tiempo, y el morfema número persona en todas las personas. Hay alguna variante, pero no quiero complicar más el asunto, mis aprendices. Aunque sí quiero deciros una cosa más, los verbos también pueden ser palabras derivadas, así que pueden tener prefijos y sufijos, (reordenar, sobrevivir…),no lo olvidéis.

¿Cómo formamos palabras nuevas?

La derivación, la composición y la parasíntesis.

Las lenguas, como las personas, crecen o cambian. E igual que nosotros necesitamos ropa nueva de vez en cuando, las lenguas también necesitan palabras nuevas. ¿Y cómo las consiguen?

Las 3 formas más importantes de crear palabras nuevas son la derivación, la composición y la parasíntesis.

1.Derivación: consiste en añadir prefijos, sufijos, (o ambos), a un lexema. Así, conseguimos una palabra derivada. Por ejemplo, libr/ería.

2.Composición: este mecanismo se basa en unir varios lexemas. Por ejemplo, tela/raña, que es una palabra compuesta.  

3.Parasíntesis: este es el procedimiento más lioso. Se considera una mezcla de los dos anteriores, es decir, tiene parte de derivación y parte de composición.

Así, son parasintéticas las palabras formadas por dos lexemas y un sufijo. Por ejemplo, para/caid/ista.

También son parasintéticas las palabras en las que hay un prefijo y un sufijo, que se han añadido al mismo tiempo, es decir, que no son independientes. De este modo, si suprimimos solo uno, la palabra resultante no existe. Por ejemplo, el adjetivo a/niñ/ado es parasintético, porque no existe aniño ni niñado.

En resumen, los procedimientos de creación de palabras más importantes son la derivación, la composición y la parasíntesis, que forman palabras derivadas, compuestas y parasintéticas.

Y para terminar os diré, mis aprendices, que con esto no hemos acabado, porque hay más procedimientos, pero eso lo veremos en otra entrada.

Segmentar o despedazar un sustantivo

Analizar morfológicamente una palabra es indicar su categoría gramatical, y también indicar qué partes la componen. Por lo que es bastante habitual que os pidan que segmentéis palabras.

Así que hoy, de la mano del gran Tolkien, nos adentraremos en el mundo oscuro y tenebroso de Mordor para buscar un orco sanguinario y dispuesto a despedazar a un pobre e indefenso sustantivo.  ¡Vamos a hacer una masacre!

Ejemplo orco despedazador sustantivo
Elti Meshau at Pexels

Para empezar a trocear, antes debemos saber qué partes puede tener un sustantivo.

Lexema o raíz: es el núcleo de la palabra, la parte más importante. Lo encontramos en toda la familia léxica.

Morfemas: hay dos tipos

1.Morfemas flexivos, que indican el género y el número.

2.Morfemas derivativos, con los que formamos palabras nuevas. Pueden ser:

                2.1. Prefijos: van antes del lexema

                2.2. Sufijos: van después del lexema

Ya sabemos las partes, ahora tenemos que encontrarlas. Lo veréis con un ejemplo.

La palabra inmoralidades.

In-moral-idad-es

Vamos a ver, paso a paso, cómo se hace :

Primero pensamos lo que significa, (algo que se opone a la moral), para ver de qué palabra viene, porque hay que buscar el origen en una palabra parecida y con relación de significado. Viene de la palabra moral, ¿verdad?

A continuación, buscamos otras palabras de su misma familia: amoral, inmoral, desmoralizar… Y vemos que el trozo que siempre se mantiene es «moral». Así que ese será el lexema.

Luego vemos qué queda a un lado y a otro del lexema.

In: es un morfema derivativo prefijo, (lo encontramos en otras palabras y en todas aporta el significado de contrario a, por ejemplo, incomprensión).

Idad: es un morfema derivativo sufijo. Al añadir «idad» a la palabra moral se forma una palabra nueva, diferente. También podemos encontrarlo en otras palabras como jugosidad, por ejemplo, y en todos los casos sirve para formar sustantivos con la idea de cualidad.

Es: es un morfema flexivo de número plural. Lo comprobamos porque si lo suprimimos la palabra pasa a singular. Así que ya hemos despedazado a nuestra víctima, y sin salpicar sangre, ¿o tal vez sí…?

NEOSiAM 2020 at Pexels

Y si ahora queréis seguir con un verbo, pinchad aquí.

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