Ya sabéis que en este blog, de vez en cuando, nos pasamos al lado oscuro, nos ponemos sanguinarios y despedazamos a alguien. En otra entrada, nuestra víctima fue el sustantivo, y aquí le toca «sufrir» al verbo.
Empezaremos viendo qué partes tiene:
Lexema o raíz: aporta el significado léxico, se repite en todos todas las formas del mismo verbo. Por ejemplo, cant-ábamos, cant-aron, cant-asen…
Vocal temática: es una vocal pegada al lexema, indica la conjugación del verbo. Por ejemplo, cant-a-bamos, com-e-rían, escrib-i-rás.
Morfema flexivo de modo, tiempo y aspecto. Como su nombre indica, expresa el modo, tiempo y aspecto del verbo. Por ejemplo, en salta-ba-n, gracias a «-ba-» vemos que es un pretérito imperfecto de indicativo.
Morfema flexivo de número y persona. Su presencia o su ausencia nos indica si está en 1ª, 2ª o 3ª persona del singular o plural. Por ejemplo, bebería-mos.
Ahora veremos cómo encontrar estas partes.
El infinitivo os ayuda a encontrar el lexema y la vocal temática. Así, si suprimís -ar, -er o –ir, ya sabéis el lexema, y la vocal que queda ahí pegadita es la vocal temática.
La vocal temática puede ser –a-, –e– o –i-, (y en algunos tiempos es –ie-, por ejemplo, com-ié-semos).
¿Y los trocitos que nos quedan? Lo veis en un ejemplo, marco en azul el morfema flexivo de modo, tiempo y aspecto, marco en rojo el morfema flexivo de número y persona.
El morfema modo, tiempo, aspecto se mantiene en todo el tiempo, y el morfema número persona en todas las personas. Hay alguna variante, pero no quiero complicar más el asunto, mis aprendices. Aunque sí quiero deciros una cosa más, los verbos también pueden ser palabras derivadas, así que pueden tener prefijos y sufijos, (reordenar, sobrevivir…),no lo olvidéis.