Encontrar el sujeto de una oración parece fácil, pero no siempre es así. En sintaxis, igual que en la vida, las apariencias engañan.
Lo primero que debéis tener en cuenta es que el sujeto nunca, nunca, nunca, lleva preposición. Así que ningún sintagma preposicional puede ser sujeto.
El segundo paso es buscar al sospechoso de ser el sujeto, (porque la sintaxis tiene mucho de investigación, debéis convertiros en detectives).
Y hacerle la prueba del sujeto, la superprueba, la que nunca falla, la prueba de la concordancia: cambiar de número al sospechoso de sujeto, solo a él, y comprobar si la oración tiene sentido. Por ejemplo:
Nunca llega puntual ese autobús.
Sospecho que ESE AUTOBÚS puede ser sujeto, así que lo cambio a plural, sin cambiar nada más:
Nunca llega puntual esos autobuses.
Como la oración no tiene sentido, es incorrecta, deducimos que ese autobús es el sujeto. Porque cuando el sujeto cambia de número, el verbo debe cambiar con él:
Nunca llegan puntuales esos autobuses.
Otro ejemplo:
Mañana tendrán aquí los libros.
Nuestro sospechoso de sujeto, ahora, son LOS LIBROS. Hago la prueba:
Mañana tendrán aquí el libro.
Esta oración tiene sentido, es perfectamente correcta,así que nuestro sospechoso no es sujeto, es inocente de este cargo, (será CD, seguro que ya os habéis dado cuenta).
En resumen, para descubrir el sujeto haz la prueba de la concordancia, cambia de número al sospechoso de sujeto. Si al cambiarlo, la oración pierde totalmente su sentido, ahí tienes tu sujeto.