¡Volvemos a despedazar palabras!
Cuando separamos en trocitos un pobre sustantivo, descubrimos que tiene un lexema, y puede tener prefijos, sufijos o morfemas flexivos de género y número.
Pues bien, mis aprendices, también puede tener un interfijo, que es un pequeño elemento de enlace, (como un relleno), entre el lexema y el sufijo.
Así, para que el lexema y el sufijo estén más cómodos, ponemos un cojín en el medio. Por ejemplo, en carnicero, el interfijo es -ic-.
Otros ejemplos de interfijos son:
Polv-ar-eda
Pan-ad-ero
Pedr-eg-al
Y como siempre, debemos razonar y comprobar lo que hacemos: pensamos en otras palabras con esos mismos lexemas y sufijos y vemos que el interfijo no aparece en ellas, y que es, efectivamente un cojín para poner en el medio.