Ya sé que para muchos de vosotros la sintaxis es como una enfermedad dolorosa y larga. Pero no debería ser así, mis aprendices.
Si le dedicáis un poquito de atención, si intentáis entenderla de verdad, si le ponéis un poco de cariño no debería ser tan desagradable.
Pero bueno, intentaré ir al grano, (o a la hierba del jardín, como veréis).
Empezamos con la siguiente oración simple:
Vemos que hay un sintagma nominal, (cuyo núcleo es un sustantivo), haciendo la función de CD, es decir, el sintagma nominal hace el trabajo de CD.
Ahora vamos con una oración compuesta:
Vemos que también hay un CD, pero aquí el trabajo de CD lo realiza una oración subordinada sustantiva.
El trabajo es el mismo, ser CD, pero lo puede hacer un sintagma nominal o una oración subordinada sustantiva.
Voy con las comparaciones que tanto me gustan: si tengo que realizar el trabajo de cortar la hierba, puedo hacerlo con una hoz o con un cortacesped, son dos formas de hacer la misma tarea.
Pues bien, como ya habréis imaginado, el sintagma nominal es la hoz y la oración subordinada sustantiva es el cortacesped.
Por esta razón, el truco para reconocer una oración subordinada sustantiva es sustituirla por un sintagma nominal, o un pronombre, y ver que las oraciones resultantes son equivalentes.
Pedro quiere que yo compre unas manzanas.
Pedro quiere una cosa.
Pedro quiere eso.
Es decir, probamos a cambiar el cortacesped por la hoz, vemos que conseguimos cortar la hierba, y nos quedamos supersatisfechos con el trabajo bien hecho.
Y si todavía tenéis energía para seguir segando, perdón, analizando oraciones, leed esta entrada sobre el análisis de la subordinada sustantiva de CD.