Ya lo dijo Aristóteles, y ya lo dice el refranero también: la virtud está en un término medio entre dos vicios. ¿Y esto que implica?, equilibrio.
Vivimos tiempos complicados, está claro, y no hay más que echar un vistazo a telediarios y periódicos para comprobar que la sociedad está cada vez más polarizada. Podemos ver muchos ejemplos, así, mientras unos no salen de casa como precaución ante la COVID, otros asisten a fiestas clandestinas en las que se reúnen multitudes. ¿Y en política?, no voy a entrar ahí, pero parece que todos derivamos hacia posturas extremas, y consideramos que dialogar o pactar es una traición.
Pues yo lo tengo claro, si tuviese un escudo de armas, (que no lo tengo), o si pusiese un cartel de neón sobre mi casa, destacaría esta idea: todo es cuestión de equilibrio.

Necesitamos el trabajo y también necesitamos un tiempo de ocio para dejar volar la mente libremente. Necesitamos actividad física, y también intelectual, solo así nos sentiremos completos. Necesitamos hacer vida social, ver a los amigos, pero también estar solos con nuestros pensamientos. Necesitamos salir, y también estar en casa a gusto, como han dejado claro los confinamientos. Y podría seguir así, dando ejemplos…
Y para acabar os confesaré que no sé cuál es el camino hacia ese equilibrio, ni cuál es la fórmula para alcanzarlo, (aunque los gurús aseguren que la tienen y a buen precio). Solo creo que hay que buscarlo, y que en esta búsqueda la reflexión y la moderación son buenas aliadas. Del mismo modo que analizar, escuchar e intentar ponerse en el lugar de los demás, también pueden ayudar.