La derivación, la composición y la parasíntesis son mecanismos para formar palabras nuevas, como ya hemos visto. Ahora veremos otros dos: las siglas y los acrónimos, que se utilizan muchísimo en la actualidad.
Las siglas se forman mediante la unión de las primeras letras de varias palabras, por ejemplo, DNI, (Documento nacional de identidad). Y generalmente se leen letra a letra.
Los acrónimos son un tipo de sigla. Se forman unidendo una parte de una palabra con otra parte de otra, por ejemplo, ofimática, (que es la unión de oficina e informática), y pueden pronunciarse como una única palabra.
De todos modos, cuando las siglas pueden pronunciarse como una única palabra, también podemos considerarlas acrónimos. Por ejemplo, ONU, (Organización de las Naciones Unidas) o RAE (Real Academia Española). Y no es que lo diga yo, por cierto, sino que lo dice el “Diccionario panhispánico de dudas” de la RAE.