Los parónimos son palabras parecidas, ni más ni menos.
Así que, como se parecen en su pronunciación y en su escritura, se confunden con frecuencia. Y ese es el lío, porque son palabras diferentes con significados también diferentes.
Por ejemplo, son parónimos, (y complicadillos), actitud y aptitud, prejuicio y perjuicio, casa y caza, peso y beso.
Es evidente que en la lengua oral muchos sonidos resultan parecidos, y ahora que llevamos la mascarilla todavía más, así que la confusión es muy frecuente.
Además, como el seseo es habitual en muchos territorios, la lista de parónimos para los hispanohablantes de estas zonas, (que son la mayoría), es muy larga.
Y aprovecho para definir seseo, que consiste en pronunciar con el fonema /s/ las consonantes s y z cuando van antes de las vocales e o i. También quiero recordaros que el seseo se considera totalmente correcto en la lengua oral, aunque sí se deba hacer la diferencia entre s y z en la lengua escrita. Por cierto, yo no vivo en zona de seseo, pero su sonoridad me parece preciosa.
Solo me queda daros un truco, mis aprendices, para no confundirse con los parónimos: buscar, buscar y buscar en el diccionario, que es un verdadero universo por explorar, pero solo para aquellos que tienen la humildad y la valentía para hacerlo.