Ya tenemos claro que un texto no es un revoltijo de palabras, ¿verdad?, debe ser coherente, adecuado y estar cohesionado, (debe tener unas propiedades).
Por eso un texto está formado por enunciados bien colocados y perfectamente unidos, igual que una pared está formada por ladrillos bien colocados y perfectamente unidos.
Así, uniremos los enunciados de un texto con cuatro mecanismos de cohesión, (no con cemento), estos son:
1 Repetición: se repetirán palabras, porque estaremos hablando de un mismo tema. También se repetirán significados, es decir, utilizaremos sinónimos e hiperónimos para no usar constantemente la misma palabra, que queda muy feo….
2 Sustitución: podemos poner un pronombre para sustituir algunas palabras y evitar repetirlas machaconamente.
3 Palabras de la misma familia léxica: en un texto se va a repetir con frecuencia el mismo lexema. Por ejemplo, si hablamos de pan, probablemente hablaremos también de panaderías, panaderos, empanadas o empanadillas.
4 Marcadores o conectores: son palabras y expresiones que unen y organizan los enunciados. Son marcadores: así, por ejemplo, además, para acabar, en mi opinión, sin embargo… Puedes ver que sirven para muchas cosas, es decir, tienen diferentes significados, algunos añaden otra idea (también), o muestran consecuencia (por tanto), o sirven para ordenar el texto (en primer lugar), etc.
Ahora veréis un ejemplo de estos cuatro mecanismos en un texto.
En resumen, la lógica y la organización son importantes en la vida y en los textos.
También es importante no ser pesado, no repetirse demasiado, tus textos serán mejores y tus amigos más felices.