Para analizar esta subordinada debemos seguir los tres pasos habituales que ya hemos visto: localizar, identificar como sustantiva, y analizar para descubrir qué función está haciendo. En este caso es el sujeto, es decir, la oración subordinada es el sujeto de la oración principal.
Esto es un poco difícil de asimilar, lo sé, es igual que ver a Hugh Jackman en Los miserables y en X-men, el cambio nos deja sorprendidos, pero es la misma persona.
Ahora, me dejo de metáforas y os pongo dos oraciones como ejemplo. La primera es simple, su sujeto es un sintagma nominal, y la segunda es compuesta, y su sujeto es una oración subordinada sustantiva.
Así, al sustituir la oración subordinada, (analizar oraciones), por un sintagma nominal, (ese vídeo), comprobamos que es una oración subordinada sustantiva.
Y después vemos que ese sintagma nominal pasa la prueba del sujeto: si lo cambiamos de número, el verbo tiene que cambiar con él para que tenga sentido, (no podemos decir esos vídeos tiene su gracia).
Fijaos también en que las dos oraciones se analizan igual, empezamos dividiendo en sujeto y predicado.
En resumen, no os dejéis engañar por la barba o las patillas, en la primera oración ese vídeo es el sujeto de tiene y en la segunda analizar oraciones también hace la función de sujeto de tiene, aunque se vea un poco raro.