Ya suena a vicio, ¿verdad?, y realmente lo es. El dequeísmo es el uso incorrecto de la preposición de delante de la conjunción que.
Así, no son correctas oraciones como:
Y ahora os preguntaréis cómo se puede evitar el dequeísmo, cómo estar seguros de donde colocar o no ese de vacilón.
La solución, como casi siempre, está en la sintaxis, y, como casi siempre, no es sencilla.
Podría deciros, por ejemplo, que nunca hay que poner de delante de oraciones subordinadas sustantivas de complemento directo, de sujeto, ni de atributo.
También os diría que hay que poner de delante de algunas oraciones subordinadas sustantivas en función de complemento de régimen o suplemento.
Pero si todavía no domináis la sintaxis, (y tenéis cierto oído o sois hablantes nativos), podéis hacer otro truco: sustituir la oración subordinada por un un sustantivo, porque así es más fácil ver si hay que poner de o no.
Realmente, mis aprendices, me gustaría daros un truco más simple, más fácil, pero a veces no lo hay. Los idiomas son muy ricos y llenos de matices, por lo que su estudio no es fácil, pero ahí está el reto y la magia de aprender un idioma, incluso el propio.