Es una función sintáctica, empezaremos por ahí, y creo que la más odiada por todos los estudiantes, aunque tampoco se lo merece, pobrecillo…
Es cierto que es un poco lioso, y la confusión ya empieza con el nombre, porque se puede llamar complemento de régimen, suplemento, e incluso complemento preposicional del verbo.
En fin, vamos al grano, os voy a proponer un método de tres pasos para saber con seguridad si el «sospechoso» que tenéis delante es un complemento de régimen:
1.Comprueba que empieza con una preposición, es decir, que es un sintagma preposicional.
Contábamos con tu ayuda.
María desconfiaba de tu discreción.
2.Descarta que sea un complemento circunstancial. Si indica el tiempo, el modo, o el lugar de la acción del verbo… ¡no es un complemento de régimen!
En el debate hablaron de ese asunto
No indica cuándo hablaron, ni dónde, o cómo, o para qué… Así que podemos descartar que sea un circunstancial.
3. Comprueba que ese verbo suele ir con esa preposición.
El profesor insistió en ese punto. Insistir en algo, ¿es frecuente, verdad?
Todos se arrepintieron de sus delitos. Siempre nos arrepentimos de lo que sea, no nos arrepentimos con, por ejemplo.
Habitualmente, si hay complemento directo no hay complemento de régimen, es decir, normalmente son incompatibles. Pero mucho cuidado, mis aprendices, porque hay algunos verbos que necesitan los dos, por ejemplo:
En fin, solo una cosa más, identificar el complemento de régimen o suplemento es útil en los exámenes, obviamente, pero también en la vida diaria si queremos evitar el dequeísmo y el queísmo, que son errores muy habituales, (y un poco feos).